LA CASA
Típicamente alentejana, honra la sabiduría de la arquitectura rural tradicional. Tiene paredes gruesas, la barra azul tan característica del Alentejo, chimeneas imponentes y un frondoso jardín con enormes encinas. Las habitaciones remiten al paisaje alentejano: la mosta, el montado, el olivo y la viña. La sala común, con una enorme chimenea, es el lugar ideal para pasar las largas noches de invierno o las horas de calor de las tardes de verano. En un ambiente genuinamente rústico y con todo el confort de una casa moderna, en su casa de campo!

EL JARDIN
El jardín, con césped y piscina, es muy agradable en todas las épocas del año. Frondoso y soleado pero con buenas zonas de sombra creada por encinas de gran porte y olivos centenarios, ofrece múltiples rincones de estar que se prolongan hacia el terreiro que envuelve la fachada principal de la casa.

LA QUINTA
Para nosotros, la casa y la quinta son dos caras de la misma realidad. Pueden pasear a gusto por el campo, jugar con los perros, ayudar a tratar de la burra, de las ovejas y de las gallinas, divertirse con los saltos y corridas de los borreguitos. Escoge tu sitio de estar fuera y descansa como te gusta descansar. Siempre que sea posible, tendremos todo el gusto en compartir con ustedes los productos de nuestra huerta biológica.

NUESTRAS COMIDAS
El comedor, donde se sirven jugosos desayunos, se abre a un perfumado huerto de naranjos. Aquí servimos nuestras compotas caseras, el queso fresco con aceite y oréganos o con miel y canela, el pan casero y el alentejano.

Las naranjas para el zumo natural se cosechan en el huerto y compartimos con vosotros la fruta que va naciendo (tangerinas, albaricoques, ciruelas, higos, diospiros). Las cenas, de gastronomía tradicional o moderna, se pueden pedir (24 horas de antelación).